En cuanto llega el buen tiempo parezco un caracol, me apetece estar todo el día en la calle, que me de el aire en la cara y disfrutar de tardes infinitas sin más que hacer que relajarme en la terraza. Pero claro, luego salgo a mi terraza y me encuentro en medio del desierto 😅. Sin ni siquiera una silla de camping para sentarme. Pero este año todo va a ser diferente, he decidido ponerme al lio desde que salió el primer rayo de sol de la primavera, así que estoy emocionada de compartir con vosotros, la increíble transformación de mi terraza. Para ponernos en contexto, he aquí una foto…